- Léeles: Es algo hermoso leerle a un niño, hay algo especial en sus caras cuando les leemos y se crean mundos imaginarios en sus mentes. Dales el regalo de decir “Mis padres me leían cuando estaba chiquito”. Léele un libro, siempre lo recordará.
- Escúchalos: En este mundo loco y ocupado es muy fácil decir “Espera un momento”. Puede que ese momento en el que un niño tiene algo que decirte no regrese o cuando lo haga, el niño habrá olvidado lo que quería decirte. La mayoría de las veces no se trata de lo que tiene que decirnos si no de compartir con nosotros un momento. Escúchalo, siempre lo recordará.
- Abrázalos: No importa cuan grandes o pequeños estemos, todos necesitamos un abrazo en algún momento. Todos los niños son diferentes y algunos necesitan un abrazo largo y fuerte y otros se conformaran con uno pequeño y suave. Lo importante es no perderse esos momentos en los que el niño necesita de cariño. Dale abrazos, siempre lo recordara.
- Tradiciones familiares: Un padre en Internet cuenta que todos los viernes su familia se reúne a ver una película. Hacen palomitas y se acuestan todos en la cama a compartir las cobijas, a luchar por las almohadas y a reírse juntos. Son una familia un viernes en “noche de película” en los que no solo comparten el mismo espacio, si no también el mismo recuerdo. Ten tradiciones familiares, siempre lo recordará.
- Juega: Los niños son juguetones por naturaleza. Proveerles un ambiente donde la familia se divierte jugando juntos no es una opción – debemos hacerlo. Encuentra un juego que tu familia completa disfrute: juegos de mesa, jugar futbol en el patio, acampar, montar en bicicleta o hacer cualquier deporte juntos. Realizar actividades que nos proveen de tiempo de calidad en familia unirá a los niños y creara memorias que nunca olvidarán.
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